La enfermedad de Parkinson es debida a la muerte de las neuronas dopaminérgicas de la sustancia negra del cerebro. El déficit de dopamina altera la función de los ganglios basales, que participan en todos los actos motores voluntarios. Por tanto, se trata de una lesión subcortical, ya que la corteza motora permanece intacta. Esta es la base de la mayoría de estrategias utilizadas en neurorrehabilitación, que se encargan de sustituir los patrones de movimiento subcortical por patrones corticales de movimiento voluntario.
La fisioterapia en el Parkinson puede ayudar a mejorar aspectos como la amplitud de movilidad articular, la expansión torácica o la reeducación de la marcha. La marcha parkinsoniana se caracteriza por una colocación del tronco en flexión anterior, pasos cortos con arrastre de pies, lentitud en los giros, reducción del braceo, festinación, desequilibrios y congelamiento de la marcha.
*Festinación: aumento involuntario de la velocidad de la marcha. Caminan cada vez más rápido con pasos cortos y el tronco desplazado hacia delante como si quisieran perseguir su centro de gravedad. Esto provoca un desequilibrio constante, ya que como no son capaces de alargar el paso, aumentan cada vez más la velocidad lo que puede llevar a sufrir caídas.
A continuación se muestran algunos ejemplos de estrategias que se pueden emplear en fisioterapia neurológica con el objetivo de reeducar la marcha.
Utilizar guías externas visuales o sonoras para reprogramar la longitud de paso. Es útil la colocación de marcas en el suelo a una distancia equidistante que indique la longitud de paso adecuada.
Intentar reproducir el apoyo plantar correcto (talón, cabezas de metatarsianos y despegue). Paciente y terapeuta deben caminar a la vez, marcando la secuencia del apoyo plantar durante la marcha.
Dar consejos para controlar el bloqueo motor. Esto se consigue generando una orden de detención cuando aparece la sensación de bloqueo. Es importante dar esa orden para detener la marcha y reanudarla con una nueva orden de inicio.
Enseñar a realizar y memorizar una secuencia de movimientos:
Para hacer los giros durante la marcha: orden de detención, girar levantando los pies (primero uno, luego el otro) y orden de reinicio con la longitud de paso establecida previamente.
Enseñar a levantarse del suelo si se produce una caída: en los pacientes con Parkinson la mayoría de las caídas son en bloque hacia delante. La secuenciación del movimiento para levantarse es, mediante órdenes sucesivas, ponerse de rodillas, adelantar la pierna del lado menos afecto, apoyar la mano encima de esa rodilla (postura de caballero) y ponerse de pie.